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sábado, 25 de febrero de 2012

Un lago, una leyenda.

 Lago Champlain, Estados unidos
La contrapartida americana del monstruo del lago Ness bien pudiera ser Champ, el monstruo del lago Cahmplain, en los límites de Vermont y Nueva York. Su nombre se debe al francés Samuel de Champlain, quien dijo haber visto extrañas criaturas al explorar la zona entre 1608 y 1612. Pero siglos antes, los indios habían descrito un pez inusitadamente grande parecido a una gárgola, al que llamaban chaousarou.
El 5 dde julio de 1977 una turista, Sandra Mansi, tomó una fotografía de la cabeza, el cuello y el torso de una enorme bestia que surgía del lago. Dos años después, un equipo de sonar registró algo que medía unos tres o cuatro metros y medio de longitud y que se movía en el agua. La mayoría de los investigadores cree que Champ puede ser un reptil acuático conocido como plesiosauro, o una ballena llamada zeuglodon; ambos se suponían extintos hace millones de años.



Por mucho tiempo se ha rumoreado que en los lagos de Canadá, Suecia y el Tíbet, entre otros, hay monstruos de agua dulce no identificados. En 1673 un cazador de osos dijo haber disparado a un dragón devorador de cabras en el lago italiano Nambino. En julio de 1883, la revista Scientific American documentó la muerte de un monstruo de 12 metros de longitud con tres cabezas, caparazón de escamas y grandes garras, en el río Beni de Bolivia. Informes no confirmados de Brasil hablan de enormes anacondas, más grandes que las de 9 metros registradas por los científicos. Estas criaturas, cuyos ojos brillan como linternas de color azul verdoso, se conocen como sucurujo (boa) gigante. En el decenio de los veinte de este siglo, un monstruo con cuello de cisne que parecía un plesiosauro atrajo la atención de los medios de comunicación cuando se le vio en el Lago Blano de Argentina. Se tienen noticias de los Irlanda sobre anguilas tipo caballo, con joroba y cabeza como de víbora.
Fotografía tomada en 1977 por Sandra Mansi.


El misterio de una de esas bestias se aclaró en 1987 en el noroeste de Estados unidos. Durante años se aseguró que en el lago Washington de Seattle vivía una criatura devoradora de patos. Esto se confirmó al encontrar muerto a un esturión de 3,4 metro, con un peso de 408 kilogramos y unos 80 años de edad: una buena razón para pensar que otros monstruos de los lagos son criaturas reales y no imaginarias.

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