Lo más visto.

viernes, 24 de febrero de 2012

Sirenas...


La idea romántica de las sirenas del siglo XIX tiene poco en común con la tesis de que los primeros informes de hombres marino se debían a la observación de mamíferos marinos como focas, manatíes o vacas marinas.
Al navegar cerca de las islas de Novaya Zeml'a, frente a la costa norte de Rusia, el navegante inglés Henry Hudson anotó fríamente en su bitácora del 15 de junio de 1608: " Esta mañana, uno de nuestra tripulación vio una sirena por la borda." Un segundo tripulante también la vio muy cerca del barco, observando a los hombres. Los marineros Thomas Hilles y Robert Raynar, dijeron que, aunque el cuerpo era grande como el de un hombre, tenía espalda de mujer y senos, piel pálida, cabello largo y negro, y cola de delfín moteada como una caballa.
La creencia en seres híbridos de humano y pez, u hombres marinos, estaba tan extendida en el siglo XVII como lo había estado en el XII, cuando muchas de estas criaturas fueron vistas en las aguas que rodean a Gran Bretaña. La certidumbre era todavía común entre los marineros cuando el capitán Asa Swift, del Leónidas, zarpó de Nueva York hacia el puerto francés de Le Havre en 1817 y descubrió un pez extraño que todos consideraron que era una sirena.
Aunque lo que vieron fueron tal vez mamíferos marinos, como focas, manatíes y vacas marinas, la idea que la mayoría de los marineros tenía de las sirenas era de una mujer seductora con cola de pez y largo cabello, que sostenía un espejo y un peine: la sirena heráldica representada en carteles de posadas e iglesias. Esa sirena quizá desciende de antiguas deidades de épocas tan remotas como en 5000 a. C.: Oannes, diosa babilonia con cola de pez, o la diosa siria de la Luna, Atagartis. Afamadas por sus voces exquisitas, también se les relacionaba con la mitología clásica, según la cual provienen de las ninfas de río, mitad mujeres, mitad aves, cuyo canto atraía a los navegantes a la perdición. En la tradición occidental presagiaban naufragios.
Las sirenas disecadas de las ferias en el siglo XIX eran invariablemente fraudes; se creaban cosiendo la parte superior de un mono con la mitad inferior de un pez. Pero puede existir una criatura en verdad desconocida que explique parte de los misterios de las sirenas. El 10 de agosto de 1741, en el Golfo de Alaska, el naturista Georg Steller observó durante dos horas un mamífero descrito como un mono acuático, de 1,5 metros de largo, sin miembros frontales y con cola de dos aletas. Sir Alistair Hardy, biólogo marino inglés, dijo en 1960 que los antepasados del hombre pudieron haber tenido una fase evolutiva en el mar y quizá algunos permanecieron en él. Pero el mono marino sigue siendo un misterio como el de las sirenas.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por la actualización Ángelo. Muchas de las cosas que publicas aquí son muy interesantes y pueden servir de documentación para cualquier tipo de narrativa.

    La figura de las sirenas es muy interesante, tanto el planteamiento clásico como el romántico. Quizás lo más curioso de las dos es que podemos especular alguna clase de influencia que ha ejercido una visión de una sobre otra, ya sea en forma de metáfora o interpretación, y el como refleja muchas veces a la figura femenina como un agente del Mal que puede someter a cualquier hombre. Por ejemplo, yo estoy seguro de que la figura Romántica de la sirena (Una mujer con senos increíbles y cola de pez que presagian los naufragios) puede tener su origen en el tópico medieval de la mujer como un ser que es capaz de someter a los hombres venida de el relato bíblico de "Sanson y Dalila". Y es posible que muchas de estas historias estén conectadas con la visión clásica de estas criaturas.

    Perdona si me he extendido con el texto, hace mucho tiempo que no veía por aquí ninguna nueva actualización en "Sobrenatural" y esta me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar